Crece un mar de incertidumbre
que me abruma, que me hunde,
pero solo es un charco que moja mis pies,
La oscuridad que a veces me envuelve,
se hace presente, no me deja ver,
pero solo es otro corte de corriente
al anochecer.
Y al final, me ahogo en un vaso medio vacío
que no te quiero convidar.
Y al final, mi cabeza esta llena de nafta
y no hay una chispa que la haga explotar.
Todo lo que siempre me ahoga
me corta el aire, me aprisiona
es tan solo dos talles más chicos,
Otra vez... (*)
Y al final, me ahogo en un vaso medio vacío
que no te quiero convidar.
Y al final, mi cabeza esta llena de nafta
y no hay una chispa que la haga explotar.
Y al final, de noche no duermo
soy yo no me entiendo, me quiero escapar.
Y al final, no tengo ni vaso, ni fuego, ni a vos en mis
sueños,
Y al final, un vaso medio vacío.
Y al final, dos talles más chicos.
Y al final, ni vos en mis sueños.
Y al final, no se que pensar...
Música: Pablo Estévez / Belén Fernández – Letra: Joel Serrano
(*) En la letra original los “dos talles más chicos” se refería
a una corbata o camisa o pullover, algo que aún no se terminada de definir, pero
por la métrica de la música y para dejarlo a la imaginación del receptor, quedó
así, a pesar de que tenías mis peros… pero esa, esa es otra historia…
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