El deporte que abraza grandes multitudes, a chicos, jóvenes y adultos todos por igual, se reúnen en un coliseo donde 22 gladiadores se disputan por el sueño del GOL, 90 minutos (aprox.) de pura adrenalina donde se pueden desatar grandes emociones, buenas y malas, donde la hinchada es un protagonista más del espectáculo, donde se concentra toda la energía en un solo punto en común, LA PELOTA… Realmente nunca fui fana de ese deporte (no creo que sea fana de alguno… mover el dedo rápido cambiando de canal es un deporte?), y las veces que me acerque no fueron buenas experiencias, la que recuerdo con cierta amargura no fue por haber PERDIDO o por haberme peleado con algún amigo, si no que fue por una “lesión” o en realidad una “lección” que recibí…
Tenia unos 14, 15 años y estábamos jugando entre amigos, yo en ese momento estaba en la defensa y veía como se aproximaba un amigo (en ese momento RIBAL o CONTRINCANTE) con la pelota a todo lo que da, tratando de hacer una anotación en el arco que yo estaba defendiendo, por lo que corrí hacia él cual guarda espalda se tira para recibir un balazo que mataría al presidente y este sin escatimar al ver que me le aproximaba sacó un PALO LARGO onda BATE y me pegó debajo de las costillas, dejándome postrado en el suelo con un hematoma que enviaba impulsos eléctricos a mi cerebro que interpretaba como DOLOR, y yo? Bien, con la conciencia tranquila por haber caído siendo un héroe de guerra, defendí el arco hasta con el ultimo aliento de vida que quedaba en mi… bueh, yo lo cuerdo de esa manera, lo que me contaron fue que en el furor del juego mi amigo no se dio cuenta y me pego un rodillazo (cabe destacar que la fisonomía de mi amigo en ese momento era más bien tirando a huesudo)… Seguimos siendo amigos al día de hoy, no lo interprete como mala intención, pero ese hecho me revelo que el juego debe ser para divertirme, no para que me retuerza en el piso de dolor reduciendo mi expectativa de vida un par de años, por lo que me alejé de ese deporte para divertirme de otra manera que no arriesgue mi salud.
A los que les gusta el Fútbol, todo bien, sigan, por mi… no estoy en contra, solo que ya no lo practico, el fútbol argentino se perdió un gran valor, pero bueh, fue otra de las decisiones difíciles que tuve que tomar… cada tanto veo los partidos de la selección, veo SI los mundiales, mi hijo me hace seguir las libertadores, aperturas y cerraduras que este dando vueltas cuando juega Boca, he ido a la cancha un par de veces y tiene sus cosas lindas también… pero yo no me voy a desgarrar, quebrar o golpear voluntariamente, si me pasa algo así, que sea accidentalmente y no porque me expongo a que me peguen por un juego; si quiero que me peguen trabajo como notero de CQC haciendo entrevistas a los políticos o me voy a Harlem con un cartel que tenga un mensaje rasista como en la película DURO DE MATAR 3… cada uno puede elegir el arma con la que será ejecutado... pero esa, esa es otra historia…
3 comentarios:
Yo solo iría a la cancha por esas cosas lindas ... todo lo demás es vanidad.
Primero: felicito tu apartado para voa r si el Dr Rancho tiene su blog ...
Segundo: A mi me gusta el fútbol... No juego porque tuve la desgracia de esguinzarme en un partido de "Fútbol de mujeres" y mi pregunta es:
¿Por qué "discriminan" y nos separan por género sí las mujeres pegan MAS ( y más fuerte) qué los varones?
Aclaro que desde ese entonces veo los partidos con cierto "Complejo de Gran DT" y le grito a la tele (En el momento que lo hago, creo qué le grito a los jugadores ... Sí, ya se qué no me escuhan ... es inconsciente)
Amo el futbol, me apasiona profundamente. A veces cuando mi equipo pierde hasta lagrimeo un poco. He ido a la cancha y lo increible el sentimiento que se vive estando ahi la adrenalina llega a su punto maximo, pero he de reconocer que detesto a los violentos, aquellos por los que se desvirtua toda la magia de este glorioso deporte y por los que te resignas a no ir.
Publicar un comentario